Jaime Rodríguez, coordinador de Proyectos de Costadigital, nos habla de los desafíos y vanguardias relativos al desarrollo tecnológico para el ámbito de educación, tras su visita a VirtualEduca Colombia 2017.

La exitosa feria sobre tecnología y educación, que tuvo su última versión en nuestro país en mayo del presente año, reanudó su quehacer esta vez en Colombia con la participación de importantes figuras públicas y personalidades del rubro. Para esta ocasión, el coordinador asistió como panelista del foro relativo a la formación de docentes y tecnología, para reflexionar sobre las proyecciones y metas en torno a esta temática.

Sin embargo, esta no fue la única razón por la cual visitó el país cafetero, ya que gracias a la invitación de “Computadores para Educar”, programa del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, además del Ministerio de Educación Nacional, Rodríguez fue jurado de un concurso nacional donde se seleccionaron 15 experiencias innovadoras de tecnología de diferentes provincias del país.

Tras ambas experiencias, Jaime Rodríguez nos relata los detalles de su recorrido y su perspectiva sobre dicho tópico.

¿Qué sensación te deja eventos como VirtualEduca?

Me parecen espacios de reflexión muy interesantes. Del evento realizado en Colombia, pudimos ver que existe un plan nacional para el desarrollo de una nueva sociedad, por lo cual están trabajando en todos los niveles educativos para ir formando a estos nuevos profesionales. De esta forma, las personas desde el nivel prescolar, pasando por el primario, secundario y universitario, cuentan con alguna iniciativa pública para el desarrollo de habilidades tecnológicas. 

¿Cuál fue la impresión que tuviste luego de tu recorrido como jurado?

Conocí experiencias de todo tipo, desde trabajos con herramientas básicas de informática, hasta uso de recursos de realidad aumentada, simulaciones y entornos personalizados de aprendizaje. Es sorprendente tomando en cuenta que hay comunas de Colombia que tienen grandes problemas relativos a la  conectividad. Por eso es impresionante lo que los profesores pueden llegar a hacer en zonas aisladas. En este sentido, los proyectos son muy interesantes debido a los contextos en los cuales se dan, porque los recursos son similares a los que tenemos en Chile. Por lo tanto, se destaca la  gestión de los docentes para diseñar un ambiente de aprendizaje estimulantes para los alumnos.

¿Cuáles son los desafíos en términos de formación docente?

En primer lugar, los esfuerzos están dirigidos a que los docentes adquieran ciertas habilidades,  que les permitan formarse de manera permanentemente en estrategias metodológicas para aprovechar la tecnología. Es decir, el tema de fondo no es que el profesor sepa ocupar bien una aplicación determinada o diferentes plataformas, sino que el foco está en el desarrollo de metodologías didácticas, donde cualquier herramienta tecnológica presente en aula sea aprovechada al máximo. En segundo lugar, está el tema de las modalidades, dicho de otro modo, cómo capacitamos es los profesores para lograr lo anterior. La idea es que sea un proceso integral, donde se hagan talleres virtuales y presenciales, además de contar con procesos de acompañamiento y espacios donde puedan reflexionar y comunicar a otros profesores aquello que les sucede en al aula. Y en tercer lugar, la investigación, es decir, cómo los profesores sistematizan sus experiencias y así contribuir a una mejora continua de las metodologías.

¿Qué vanguardias observas en términos de desarrollo tecnológico en educación?

En primer lugar, está la creación de programas blended learning, donde se mezcla el aprendizaje presencial y virtual. En segundo lugar, está lo denominado personal learning environment,  es español, entornos personalizados de aprendizaje, los cuales corresponden a cursos, aplicaciones o plataformas, donde cado usuario tiene su propia ruta de aprendizaje de acuerdo a sus conocimientos previos e intereses. Hoy los desafíos en torno al desarrollo tecnológico ya no son genéricos, sino que con un previo diagnóstico podemos diseñar rutas de aprendizaje propias para cada niño o niña.