La suspensión de las clases presenciales a inicios del año escolar planteó un tremendo desafío a las comunidades educativas, las cuales sin planificación, preparación y recursos debieron garantizar la continuidad de los aprendizajes para todos y todas sus estudiantes. Esta tarea develó desafíos relativos a la equidad, el acceso a dispositivos y conectividad; en el caso de los docentes, en el desarrollo de las competencias no sólo para utilizar las tecnologías, sino que también para el diseño de actividades de aprendizaje desafiantes para este nuevo contexto; mientras que, para estudiantes, demostró la importancia de trabajar la autonomía y autorregulación para conducir su propio proceso de aprendizaje.

Para este 2021, el Ministerio de Educación ha entregado lineamientos generales para la planificación del nuevo año escolar, donde los principios fundamentales son: primero, la escuela como un espacio protector; segundo, el bienestar socioemocional de la comunidad escolar; tercero, potenciar la recuperación de los aprendizajes; cuarto, promover la seguridad; y quinto, promover la adaptación ágil a los cambios.